La historia del monasterio de Montserrat tiene una larga trayectoria, incluso desde antes de que apareciera la famosa imagen de la Virgen negra. De hecho, sus inicios se remontan a la prehistoria, específicamente a partir del año 1199 a.C., donde se presenciaron los primeros vestigios de cerámica con decoraciones elaboradas con pechina.
La historia continúa en el año 880, cuando es por primera vez encontrada la imagen de la Virgen de Montserrat, por parte de unos niños pastores, en una cueva ubicada en la montaña.
Este hecho marcó permanentemente la historia, a tal punto de que tan solo 8 años después, en el 888, fue documentada una primera mención sobre la montaña. Ya en el año 945 se crea un documento para testificar la fundación del monasterio de Santa Cecilia, en la localidad de Montserrat. Hasta el año 1025, cuando el obispo de Vic funda oficialmente el monasterio de Montserrat.
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Inicios del monasterio de Montserrat
Entre los siglos XII y XIII se inauguró la iglesia románica de Montserrat, además de tallarse en madera la imagen de la virgen, la Moreneta, cuya talla sigue siendo venerada actualmente en la basílica de Montserrat.
Años más tarde, en 1221, comienza a aumentar la peregrinación de muchos al ser divulgados los milagros de la Virgen negra. De hecho, es tanto el alcance que logra, que se expande su fama por toda europa en el transcurrir del siglo XIV y en el año 1409 ya se convierte en la abadía de Montserrat independiente.
En el 1439 se expande el culto a la Virgen en América y se le coloca el nombre Montserrat a una de las Islas Antillas.
Altibajos en Montserrat
Desde el año 1811 hasta el 1835, Montserrat y el monasterio sufren una serie de pérdidas, cómo su total destrucción causada por el ejército napoleónico, hasta la pérdida de todas sus propiedades y, en consecuencia, de todos sus monjes.
Hasta el año 1844 Montserrat sobrevivió con un solo monje, hasta 1858, donde comenzaron los trabajos de construcción del monasterio.
Ya en 1881 vuelven las fiestas de coronación de la Virgen de Montserrat, pasando a ser patrona de Cataluña.
A partir del año 1936 hasta el año 1939, el santuario de Montserrat vuelve a ser atacado por los soldados de la Guerra Civil Española. En este trágico suceso, todos los monjes tuvieron que abandonar el lugar y algunos de ellos fueron asesinados; no obstante, al terminar la guerra el gobierno de Cataluña logró salvar el monasterio de su destrucción y saqueo.
Inauguración del monasterio actual
Finalmente, entre los años de 1995 y 1997, se realizan trabajos de restauración y reconstrucción de la basílica de Montserrat, así como de la Santa Cueva.
La basílica de Montserrat
La construcción del Santuario de Montserrat, en el ámbito arquitectónico, es una mezcla del estilo gótico y renacentista que se llevaba a cabo en aquella época. Es por ello que, al entrar al monasterio, lo primero que se puede notar es la zona superior, donde se pueden ver monjes y un gran altar.
Asimismo, en la parte central se puede visualizar la imagen de la Virgen, en su trono de plata, cuyo talle es el más llamativo de toda la basílica.
La diferencia entre el Santuario de Montserrat y otras iglesias son sus capillas comunicadas entre los contrafuertes, las tribunas laterales de su parte superior con arcos y nervios elaborados de los que se forman lunetas con óculos laterales.
Durante la Guerra del Francés que sucedió entre los años 1808 y 1814, la basílica queda muy dañada hasta ser reconstruida a finales del s. XIX quedándose una decoración “románica bizantinista” respetada con el paso del tiempo.
Como dato de interés no se puede pasar por alto. El hecho de que, a pesar de esa decoración románica, arquitectos, escultores y pintores que trabajaron en las capillas y el presbiterio, fueron los llamados del modernismo y del simbolismo de entonces.
Otra característica de la Basílica de Montserrat es que no es una iglesia de grandes proporciones, al menos en nuestra época actual, pero si lo fue para los que vivieron su construcción, el lugar elegido para ello y sobre todo, si tenemos en cuenta los medios con los que se contaban antiguamente.
En la restauración que se llevó a cabo entre 1991 y 1996, y que ya mencionamos anteriormente, se consiguió un templo más luminoso sin perder el ambiente original que invita a encontrar a peregrinos y visitantes un rincón de intimidad.
Por último, mencionar que, bajo el techo de la basílica, en sus pilastras centrales, descansan las esculturas de los profetas Daniel, Isaías, Ezequiel y Jeremías, encargadas de recordar las profecías en torno a la Virgen María.
Las esculturas talladas en madera, fueron creadas por el gran escultor Josep Llimona, representante del modernismo catalán, y llevadas a la basílica en el año 1896, convirtiéndose desde entonces en un motivo más para realizar una visita a un monumento tan arraigado a la historia del pueblo catalán.
Un destacado atractivo turístico de Barcelona
La historia, el polo cultural que ha supuesto el monasterio desde siglos atrás, la singularidad de la orografía montañosa de Montserrat y sus valores naturales y por supuesto el culto a la Virgen de Montserrat han hecho del lugar uno de los atractivos turísticos más destacados en Barcelona. Muchos de los turistas que visitan Barcelona aprovechan para hacer una excursión o tour a Montserrat. Una visita que en muchas ocasiones se trata de una escapada de un día para ver lo más destacado de Montserrat, escuchar cantar “El Virolai” a los niños de la Escolania de Montserrat o rezar a La Moreneta.